viernes, 12 de abril de 2013

Barranca Abajo - Florencio Sánchez


Habiendo ya escrito sobre obras de Armando Discépolo y Gregorio de Laferrere, creo que no puede faltar una mención al más famoso de los dramaturgos río platenses de comienzos del siglo XX: Florencio Sánchez. Su obra costumbrista va más allá de las situaciones que usa para ambientar sus dramas. Florencio Sánchez consigue hacer un análisis minucioso de todas las clases sociales de la época, pasando desde el drama rural (como el que se ve en la obra que analizaremos hoy) hasta el sainete, con diálogos fluidos y directos y una gran habilidad para la dramaturgia.

Poco hay que referir sobre Florencio Sánchez ya que su vida es de por sí bastante conocida: nace en Montevideo, pero debe irse a vivir a la Argentina, donde oscila entre Santa Fe, La Plata y Buenos Aires como ciudad de residencia. Compone toda su obra teatral en un espacio de tan sólo seis años (1903-1909), y  muere joven, a los 35 años (1910), de tuberculosis durante un viaje a Italia.

El interesante drama que estoy analizando hoy no es una de sus obras más conocidas. Barranco Abajo es descrita en muchas ocasiones como  tragedia, aunque a mi me gusta más usar el término "drama" para hablar de ella (más específicamente, "drama rural" por su ambientación). Hago esta distinción porque, si bien la obra puede ser vista como una tragedia desde el punto de vista de que el personaje principal sufre por una serie de situaciones que lo llevan a su muerte, la obra no ahonda en la vida de este protagonista, sino en el trasfondo socio histórico que conlleva. Esto no quiere decir que usar el término "tragedia" para describir a Barranco Abajo sea un error, sino que yo prefiero decir que es un "drama rural". Cuestión de preferencias.

Edición que leí.
Barranco abajo nos cuenta la historia de un pobre gaucho que, entrando ya en el siglo XX, es víctima del declive de este grupo social por las distintas condiciones que se van dando, como por ejemplo, la inmigración masiva. Así es que, Don Zoilo, el protagonista, va perdiendo poco a poco sus campos, y si no fuera por la relación que existe entre su hija (Prudencia) y el hombre que ganó el pleito por las tierras de Zoilo (Juan Luis), ya habría perdido hasta su casa. Pero esta relación que existe entre estos dos personajes no es legítima, debido a que Prudencia esta prometida al ahijado de Zoilo: Aniceto. Al enterarse del romance de su hija, Don Zoilo decide ponerle fin, pero al hacerlo, se encuentra con la situación de que todos sus terrenos van a ser finalmente expropiados.

Para escapar de esta situación, Zoilo se refugia con su familia (su hermana Rudecinda, su esposa Dolores, y sus dos hijas, Prudencia y Robustiana) en un pequeño y descuidado campo que Aniceto les presta. Pero pronto Rudecinda, Dolores y Prudencia se van cansando de la vida austera y humilde, y maquinan la forma de escapar del campito con la ayuda de su amiga, Martiniana. 

Robustiana, que es la única persona que le muestra real afecto a Zoilo, le cuenta el plan a su papá. Poco después, ella se muere por culpa de una enfermedad que la aquejaba. A último momento, cuando el plan de las mujeres esta a punto de ser llevado a cabo, Zoilo se resigna a su vida y abatido, deja que se vayan. Después de esto, el gaucho, que por todos los sucesos que le sucedieron (la muerte de su hija, la perdida de sus campos, el abandono de su familia) no le encuentra sentido a su vida y termina suicidandose.

La bien elaborada trama, que presenta de por si una gran rudeza, es enriquecida por el carácter vivo de los personajes y los diálogos fluidos que mantienen, que están escritos en una fonética gauchesca. 

La mayor parte de la crítica social que conlleva la obra se lo llevan los personajes de Rudecinda, la hermana cruel y desinteresada de Don Zoilo, que lo culpa a él de todos sus problemas económicos (a pesar de ser ella la que gasta mucho dinero en vestidos y arreglos de ropa), y que se siente reprimida por el ambiente humilde y pobre en el que las lleva a vivir, Dolores, la esposa de Zoilo que se arrepiente de no haber intervenido a favor de su marido cuando ya esta muy tarde y nada tiene importancia para él, Prudencia, la hija de Zoilo, que no demuestra afecto a su padre, y que lo abandona casi sin importarle, y Martiniana, la comadre de Dolores que tiene una actitud hipócrita y ayuda a formular el plan de escape de las mujeres.


Representación de la obra.
Robustiana es el personaje más interesante de la obra. Al haber estado desde el principio del bando su papá, se grajeó el odio de su hermana y su tía, pero logra tener una relación muy fluida con Aniceto, a quien se promete en el segundo acto. Sin embargo, su matrimonio nunca se llega a concertar debido a que muere por una enfermedad crónica que ya venía manifestando en el primer acto. Esta enfermedad tiene gran impacto en Zoilo, mientras que Rudecinda la toma como una molestia debido a que retrasa sus planes para irse con Martiniana.

Dolores es el personaje que no interviene en nada de lo que pasa en la casa y se la pasa aquejándose de distintas dolencias (nótese el doble juego que muchos nombres de los personajes llevan), algunas de ellas imaginarias.  Prefiere quedarse callada, hasta que al final se da cuenta de que lo que esta haciendo esta mal, y le pide disculpas a su esposo, si bien ya es demasiado tarde.

Antes del suicidio de Zoilo, este realiza una observación al ver que al intentar poner la soga en la rama de un árbol para ahorcarse, no logra tirar un nido de hornero que lo estorba. "  Las cosas de Dios... ¡Se deshace más fácilmente el nido de un hombre que el nido de un pájaro!". Esta frase hace un perfecto resumen de la obra.

Y esa es una pequeña sinopsis y análisis de esta obra. 

Puntaje:8/10 mantiene el nivel de las obras de Florencio Sánchez, sin llegar a ser perfecta.
Temática:Decadencia moral y social, vida en el campo, decadencia del gaucho, suicidio, sentido de la vida, hipocresía.




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