Advertencia de spoilers
La trama esta centrada en un personaje totalmente original y fresco, Victoria Jones, quien se ve en medio de una misión de espionaje concerniente a una reunión entre los líderes de Estados Unidos y Rusia en la que el destino de la humanidad corre peligro por la aparición de un grupo subversivo.
Lo cierto es que si los personajes, los diálogos y el orden de la novela están muy bien hechos, el trasfondo y las motivaciones del antagonista son tan confusas y brevemente explicadas que no se terminan de entender y parecen quedar en el aire algunas cuestiones. Hablo especialmente del momento en el que se descubre la verdadera personalidad Edward se revela y le explica su plan a Victoria.
Pero sacando ese detalle de la impuntualidad, la obra goza de una integridad en su resolución en la que todos los personajes y todas las situaciones intervienen de forma coherente en las deducciones de la protagonista y la ayudan a salir del paso, dándose situaciones excelentes y para nada forzadas. La obra tiene, en resumen, una impecable naturalidad en cuanto a su desarrollo.
Como en muchas novelas de Agatha Christie, la escritora cometió el error de dar un inicio lento. La historia es en general atrapante, pero los primeros capítulos son demasiado pesados. También desorganizados, porque se narra desde el punto de distintos personajes que no tienen conexión entre sí. Más adelante la historia se centra únicamente en Victoria.
Es una obra particular de Agatha porque es una de las pocas en las que el tema trasciende y es observable de forma más o menos directa. Escrita en 1951, se observa la preocupación del mundo occidental propia de esas primeras fases de la guerra fría de la guerra nuclear y los problemas de entendimiento entre capitalismo y comunismo. Otra temática que se observa es la vida del arqueólogo, que la escritora logra capturar con realismo por sus circunstancias personales.
Calificación: 8 / 10 Una historia congruente aunque no perfecta, y una trasfondo muy fresco en el que Agatha Christie da rienda a toda su capacidad literaria.
Temas: Temor al fracaso de la diplomacia, la vida en oriente, la vida del arqueólogo,
Lo cierto es que si los personajes, los diálogos y el orden de la novela están muy bien hechos, el trasfondo y las motivaciones del antagonista son tan confusas y brevemente explicadas que no se terminan de entender y parecen quedar en el aire algunas cuestiones. Hablo especialmente del momento en el que se descubre la verdadera personalidad Edward se revela y le explica su plan a Victoria.
Pero sacando ese detalle de la impuntualidad, la obra goza de una integridad en su resolución en la que todos los personajes y todas las situaciones intervienen de forma coherente en las deducciones de la protagonista y la ayudan a salir del paso, dándose situaciones excelentes y para nada forzadas. La obra tiene, en resumen, una impecable naturalidad en cuanto a su desarrollo.
Como en muchas novelas de Agatha Christie, la escritora cometió el error de dar un inicio lento. La historia es en general atrapante, pero los primeros capítulos son demasiado pesados. También desorganizados, porque se narra desde el punto de distintos personajes que no tienen conexión entre sí. Más adelante la historia se centra únicamente en Victoria.
Es una obra particular de Agatha porque es una de las pocas en las que el tema trasciende y es observable de forma más o menos directa. Escrita en 1951, se observa la preocupación del mundo occidental propia de esas primeras fases de la guerra fría de la guerra nuclear y los problemas de entendimiento entre capitalismo y comunismo. Otra temática que se observa es la vida del arqueólogo, que la escritora logra capturar con realismo por sus circunstancias personales.
Calificación: 8 / 10 Una historia congruente aunque no perfecta, y una trasfondo muy fresco en el que Agatha Christie da rienda a toda su capacidad literaria.
Temas: Temor al fracaso de la diplomacia, la vida en oriente, la vida del arqueólogo,
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